20091031

-LIBERACIÓN DE PADMASAMBHAVA: CAPÍTULO PRIMERO



En el primer capítulo de "La historia de la liberación del Gurú nacido del loto" se relata el origen de su manifestación en este mundo y el modo en que logró el adiestramiento en las artes y las ciencias. El texto, de apenas algo más de una página, introduce varios aspectos muy valiosos, tanto en el plano exotérico o histórico, como esotérico o simbólico. Del plano secreto, como corresponde, no se puede hablar.

Empieza afirmando la causa del vagabundeo interminable de dioses, humanos, y seres infernales por los reinos de la apariencia: la causa última es la ignorancia y la ilusión, que nos hacen confundir lo que aparece con lo que realmente es. El apego nace de ahí, y de él el deseo de encadenarse a este mundo circunstancial en el que las pasiones conducen los días. En este contexto se sitúa la aparición de Padmasambhava en el mundo fenoménico en que vivimos ahora, como efecto de la concentración de la mente de los Budas primordiales: su propósito fue "ayudar en especial a los seres que son más reacios a la enseñanza". Esta intención explícita define con toda claridad su papel: es un desencadenante de transformaciones justamente allí donde más difíciles resultan. El destino hacia el Tíbet, poblado de todo tipo de entidades diabólicas a las que deberá vencer, tomado como símbolo, nos habla también de los impedimentos y obstáculos que Padmasambhava puede disolver en las personas concretas que lo reciban. Su objetivo en este mundo es justamente ayudar a quien menos se deje, y a quienes más resistencias presenten, y su fuerza crece ante las dificultades que encuentre. El camino al Tíbet, ciertamente, se presentará plagado de obstáculos.

Habla un poco después de la diversidad de sus manifestaciones, para limitarse a constatar que muchos lo ven de modos muy distintos, y que incluso su origen es explicado en varias versiones distintas. Resulta de interés ver cómo en el texto se incluye la variabilidad de las distintas versiones como algo internamente asumido por la doctrina, y no como un resultado de las desviaciones de la tradición. Es el mismo Padmasambhava el que se reconoce plural en sus manifestaciones y en los modos de ser visto y explicado por otros, y excluye el conflicto que en otras tradiciones se planteó al multiplicarse las versiones de un mismo relato, provocando la desconfianza ante el mismo. La civilización griega acabó por desconfiar de sus dioses y sus mitos, dando origen a la filosofía, pues siendo variadas sus versiones se pretendían únicas cada una de ellas; la fácil constatación de que no era así llevó al descrédito de todas. Aquí, por el contrario, se incluye esa dispersión, en lo que Padmasambhava es y en lo que de él se diga, y se la considera una característica propia e interna, que refuerza su entereza y le otorga integridad a su figura plural: "y cual lluvia que se derrama, descendí a este mundo en miles de millones de formas para quienes estuvieran en condiciones de percibirlas. Puesto que las acciones de los seres iluminados son inconcebibles, desafían toda explicación o mesura". Padmasambhava puede estar en cada uno de una forma distinta, y ante cada cual manifestarse del modo más adecuado para que su misión se cumpla y la tarea para la que vino a este mundo sea completada. Sus formas diversas y su presencia completa son instrumentos para que abandonen el engaño aquellos a quienes más cuesta dejarlo atrás. Como dijo al principio del capítulo, se trata de deshacer lo que nos encadena al reino de las apariencias y los apegos, es decir, de contribuir a que desaparezca "la ignorancia y la ilusión". Sus miles de millones de formas son reales y están al servicio en especial de "los seres que son más reacios a la enseñanza". El arranque de la obra es de una gran intensidad y establece de un modo muy claro la peculiaridad de lo que va a ser explicado: cómo disolver la ilusión y apagar la ignorancia. De eso se tratará a lo largo del texto, aún cuando se trate de una sencilla biografía.
.
El breve capítulo inicial concluye recordando desde cuál de sus infinitas formas está hablando: como príncipe de Orgyen que partió hacia la India y llegó allí a dominar "la medicina, la dialéctica, el lenguaje, las artes y la metafísica". Es decir, todo el conocimiento de su época. Partiendo desde ahí para ir más allá.

No hay comentarios: