20120519

Y SERÉIS COMO NIÑOS

La figura del niño aparece en muchas tradiciones espirituales, y el simbolismo del niño acompaña a menudo a los grandes,  mostrando la fuerza de la inocencia y el resplandor de lo ingenuo que brilla por si mismo. También Padmasambhava se mostró como un niño -como Jesús antes de ser Cristo, como Krishna encarnando a Vishnú-, y fue entre maravillas descubierto sobre las aguas del lago Danakosha. En ""Epítome de la vida y doctrinas del gran Gurú tibetano" (en "El libro tibetano de la Gran Liberación", de Evans-Wentz, Ed. Kier, Buenos Aires 1998, pág. 161), se narra así su aparición en la Tierra: "En su regreso al país de Urgyan, justo en el momento en que se le acercaba el maestro Trigunadhara y le saludaba, el rey advirtió un arco iris de siete colores sobre el lago Danakosha, aunque no había nubes y el sol brillaba radiante. Y el rey dijo al ministro: "por favor, ve y fíjate qué es lo que hay en el lago". 
"¿Cómo es que tu, siendo ciego, puedes ver esto?" -preguntó el ministro. "Se lo pedí a la gema otorgadora de deseos y la vista me fue restablecida", replicó el rey. Inmediatamente el ministro reveló su anterior descubrimiento del maravilloso niño diciendo: "no me atreví a informarte sobre esto antes", y le rogó al rey que fuera al lago y se fijara por sí mismo. "Anoche -respondió el rey- soñé que desde el cielo bajaba hasta mi mano un dorje de nueve puntas, y antes había soñado que de mi corazón brotaba un sol, cuya luz brillaba en todo el mundo."
El rey y su ministro fueron al lago y subiendo a un pequeño bote llegaron al lugar sobre el cual brillaba el arco iris. Allí contemplaron una fragante flor de loto, cuya circunferencia era mayor que la de un cuerpo humano con los brazos extendidos, y sentado en el centro de la flor, a un pequeño niño rubio  y de rosadas mejillas parecido al Señor Budha, quien sostenía un minúsculo jarro con agua bendita y en los pliegues de su brazo izquierdo una diminuta vara de tres puntas." El rey sintió gran veneración por el niño que había nacido por sí mismo, y no pudiendo resistir la alegría, lloró." Los niños son siempre sorprendentes; lo son mucho más cuando no se les espera y aparecen de improviso,  entre señales que rompen el cielo.

20120511

COMO NYINGMA OSER

Una desconcertante representación de Padmasambhava en plata, datada del siglo XVIII, cuya presencia oscila entre la benevolencia y la hostilidad. Ambas le son propias, según el momento y la ocasión. Aquí parece mostrarse en su manifestación como Nyingma Oser, coronado por cinco cráneos y dejando entrever su forma más estrechamente ligada a la tradición mágica y chamánica de la cultura tibetana. El bastón nos lo indica también, y la banda de piel de tigre en el pecho y las caderas. Pero con todo, lo que destaca es la inusual figura de su rostro. Vale la pena mirarlo atentamente: de frente, severo; sonriente de perfil. Siempre distinto. Como Nyingma Oser, Padmasambhava detuvo los rayos de sol con sus manos. Algo de su luz persiste en esta imagen.
FUENTE DE LA IMAGEN: http://www.alaintruong.com/tag/Smashana%20Adipati

20120506

O NADA

Tulku Thondup Rinpoché
"El dharma puede aparecer  o puede descubrirse  en forma de pensamiento o por medio de indicaciones o diálogos entre maestro y discípulo, condicionados, claro está, por la naturaleza y la habilidad de la persona involucrada. Así pues, Buda no enseñó nada, aunque las enseñanzas  para los seres aparecieron. El dharma aparece de un modo que concuerde con las percepciones de los seres y con su karma y sus condiciones circunstanciales. El dharma puede percibirse como las enseñanzas de un maestro, ya sean mentales, simbólicas o escuchadas. Puede aparecer como formas, sonidos, letras o pensamientos. Pueden provenir de seres realizados o seres corrientes, de árboles, del agua, del cielo, de las montañas, de la tierra, de las rocas, o de la mente. Todo dependerá del karma y las condiciones del receptor. Para una persona altamente realizada, todos los fenómenos pueden ser una fuente de dharma, mientras que para algunas personas los fenómenos sólo serán fuentes limitadas de dharma. Otras personas, en cambio, sólo acceden al dharma mediante las escrituras y las enseñanzas verbales. Para otros, incluso, nada es una fuente de dharma" (página 84 de "Las enseñanzas escondidas del Tíbet", de Tulku Thondup Rinpoché, Ed, Dipankara. Sabadell, 2010) El fragmento nos recuerda que todo ejerce como fuente de enseñanzas, si se está para ello dispuesto, pero también que nada puede serlo cuando las condiciones personales no son las adecuadas. La incesante presencia de Padmasambhava no basta para que las "terma" afloren y el conocimiento emerja. Es responsabilidad humana situarse del modo y en la forma en que puedan transmitirse. La tradición tibetana de las "terma" y la exégesis que el texto del que el fragmento forma parte nos presenta son así, también, una vía por la que se nos recuerda que todo puede hablarnos con sentido profundo. Aunque para algunos, en ocasiones, ni  la nada enseña pues nada aprenden. Puede estar el cielo cargado de verdades, los árboles hablar, ser dichas claramente las palabras de otro, y estar los libros abiertos en la página exacta: si la mente y la vida de quien los encuentra están cerradas, no dicen nada. El dharma se muestra según el karma: el conocimiento florece según lo que somos -por haberlo sido en función de nuestros hábitos. Y puede ser nada.

20120502

TRES AÑOS CUMPLIDOS

Habiéndose cumplido la pasada semana tres años desde la publicación de la primera entrada de este archivo, sólo decir que a partir de ahora el ritmo y la frecuencia de las actualizaciones será distinto. Arrancó con una periodicidad diaria -el momento parecía pedirlo así; el segundo año fueron cinco entradas por semana -las de los días laborables en el calendario humano. Y durante este tercer año, se publicaron dos en fin de semana. A partir de ahora intentaremos estar por aquí al menos una vez cada siete días; lo que no quiere decir que no sean más, si así sucede, o quizá menos. El tiempo es ahora otro.  Muchísimas gracias a quienes os acercáis de vez en cuando a "Padmasambhava", y también a los que están por venir.