20110730

PALABRAS DE OTRO


Las palabras de otros permiten aclarar el sentido de aquello a lo que se refieren con mayor claridad que las que uno cree encontrar por si mismo. Esta última ilusión -que exalta vanamente la originalidad personal- es también algo que los sistemas de transmisión de las enseñanzas tibetanas pusieron en cuestión. Nunca está muy claro en ellas quien habla o quien escribe, y tampoco importa mucho, pues al final siempre está hablando la sabiduría primordial a través de mil voces, que pueden tomar el nombre de Padmasambhava o el de sus discípulos futuros, aunque también bajo esa presencia se ocultan y difunden a la vez... Mantenerse en ese cruce de voces que dicen sobre lo que otras voces han dicho nos ayuda a instalarnos en una verdad más amplia, incluyente, extendida... Viene esto a cuento porque releyendo estos días el ciclo de "Las enseñanzas de Don Juan" al que Carlos Castaneda prestó su voz he encontrado una referencia imprevista al "Libro de los muertos tibetano", que Padmasambhava ocultó en su momento para mostrárnoslo. El brujo yaqui muchas veces actúa y habla como si hubiera conocido algo de las tradiciones tibetanas, y hay afinidad en algunas de sus actitudes -hay quien dice que el que sí las conocía bien era el mismo Castaneda- pero no recordaba que se refiriera explícitamente a ellas. Sí lo hace, y de un modo ambiguo y sugerente. En la página 223 de "Las enseñanzas de Don Juan" dice, después de que se le leyeran fragmentos del "Bardo Thodol": "No entiendo por qué esa gente habla de la muerte como si la muerte fuera como la vida -dijo con suavidad.
-A lo mejor así lo entienden ellos. ¿Piensa usted que los tibetanos ven?
-Difícilmente. Cuando uno aprende a ver, ni una sola de las cosas que conoce prevalece. Ni una sola. Si los tibetanos vieran, sabrían de inmediato que ninguna cosa es ya la misma. Una vez que vemos, nada es conocido; nada permanece como solíamos conocerlo cuando no veíamos.
-Quizá, Don Juan, ver no sea lo mismo para todos.
-Cierto, no es lo mismo. Pero eso no significa que pervalezcan los significados de la vida. Cuando uno aprende a ver, ni una sola cosa es la misma.
-Los tibetanos piensan, obviamente, que la muerte es como la vida. ¿Cómo piensa usted que sea la muerte? , pregunté.
-Yo no pienso que la muerte sea como nada, y creo que los tibetanos han de estar hablando de otra cosa. En todo caso no están hablando de la muerte.
-¿De qué cree usted que están hablando?.
-A lo mejor tú puedes decírmelo. Tú eres el que lee.
Traté de decir algo más, pero él empezó a reír.
-Acaso los tibetanos de veras ven -prosiguió Don Juan -, en cuyo caso deben haberse dado cuenta de que lo que ven no tiene ningún sentido, y entonces escribieron esa porquería porque todo les da igual, en cuyo caso lo que escribieron no es porquería en absoluto..."

20110724

EL ALIENTO

"Cada palabra del vajrayana es el aliento de la dakini. El trasfondo de estas palabras es la AH; el aliento vital íntimo de todos los fenómenos. La esencia vital del vajrayana está contenida en la práctica tántrica que constantemente realiza la cualidad viva de la continuidad del linaje. La dakini sostiene esta cualidad fresca y viva junto a ella, y protege su integridad. Su naturaleza similar al espacio es la esencia del aliento, inaprensible como objeto. Aun así, cuando se experimenta directamente, como el aliento, vibra con la vitalidad de la realización. Esta inasibilidad viva hace del aliento un objeto ideal de meditación en la práctica budista. Mientras que no puede ser limitado o suprimido, es tan inmediato y tangible como nuestra propia vida. El aliento impregna, sostiene y define nuestra existencia. No hay límites alrededor del aliento, pero hay una experiencia inmediata e inefable de él" (en "El cálido aliento de la dakini", pág.371, de Judith Simmer-Brown, en Ed. MTM, Barcelona, 2002). Mañana es día de dakinis; que podamos vivir en su aliento!


20110717

HAY UNA SOLA MENTE Y NOS INCLUYE

Hay una sola mente y nos incluye,
-queriendo o sin querer- siempre al completo.
Pensamos ser o somos, y en aprieto
decimos lo que dicen: "el río fluye",

"el mar que nos acoge ya no huye"...
Palabras en el viento sin secreto.
Creemos ser voz propia: es sólo un reto
que el miedo y la ignorancia así construyen.

No somos más que ruido entre las nubes,
un eco confundido que se encierra
diciéndose ser todo con engaños,

ficciones, y entusiasmo que no tuve.
Callarse en sueños, sí; tomar la tierra,
acariciando mudo el día y los años.

20110710

DÍA DE GURÚ RINPOCHÉ

Gurú Rinpoché, Padmasambhava -cuyo día se celebra hoy, el décimo después de la luna nueva de cada mes- instituyó la transmisión de sus enseñanzas por varias vías; una de ellas, la de las enseñanzas secretas, las quiere ocultas durante siglos, acabando por manifestarse en el momento correcto en la mente de los discípulos adecuados, atravesando el tiempo. A veces un relato concreto de cómo eso sucede puede resultar muy clarificador. Un ejemplo, entonces, tomado de "Las enseñanzas secretas del Tíbet", de Tulku Thondup Rinpoché (en Editorial Dipankara, Sabadell, 2010, pág. 128): "Kunkhyen Ligme Lingpa se encontraba haciendo un retiro de tres años en el Monasterio de Palri. Durante la noche del vigésimo quinto día del décimo mes del año del Buey de Fuego (1757), experimentó un estado de meditación luminoso en el que se vio volando por el cielo, cabalgando un león y llegando al camino que circunvalaba la stupa de Jarung Khasor, en Nepal. Allí las dakinis de sabiduría del cuerpo absoluto le entregaron una arqueta de sabiduría en cuyo interior descubrió cinco rollos de papel amarillos y siete cuentas de cristal. Abrió dos de los rollos de papel. El primero contenía la escritura simbólica de Avalokiteshvara en escritura tibetana. El segundo, la guía profética, el Nechang thugky drombu. Al ingerir todos los rollos de papel y todas las cuentas de cristal, todas las palabras y el significado de la terma, que estaban ocultos en él, despertaron en su mente tal y como habían aparecido impresos. Jigme Lingpa mantuvo este descubrimiento en secreto durante unos años. En el año del Conejo de Tierra (1759) empezó otro retiro de tres años en Chimphu, cerca del Monasterio de Samye. Durante el retiro, al recibir la inspiración, en tres ocasiones y en visiones puras, de Longchen Rabjam (1308-1363) y al ver que las dakinis le animaban por medio de repetidas solicitudes, decidió transcribir su terma como el ciclo de Longchen ñingtig. En el décimo día del sexto mes (el mes del mono) del año del Mono de Madera (1764) hizo pública su terma y confirió la transmisión de la iniciación y de las instrucciones a quince discípulos." Esas cosas suceden y -a través suyo- la tradición tibetana ha ido organizando sus prácticas devocionales y madurando su filosofía. Gurú Rinpoché lo quiso de ese modo: revelaciones contenidas, guardadas en silencio, que con completa claridad en su momento emergen, germinan y florecen. Una flor para él en su día.


20110709

NUEVA VISITA AL MONASTERIO DE SAMYE

Por completar la visita que nos proporcionaba el vídeo de la semana pasada, compartimos hoy otros más en los que la cámara recorre distintos espacios interiores del tempo principal de Samye: el segundo piso, la sala del Dalai Lama, la capilla del Budha Amitayus... Complace la solemnidad ligera con que se desenvuelven los monjes y novicios: permite apreciar cómo se vive cotidianamente en la dimensión sagrada de la experiencia humana. Los detalles de las imágenes, la presencia de sonidos rituales, la escenografía con que se recubre el misterio hacen el recorrido emocionante -incluso en su dimensión tan sólo virtual: algo transmite. Padmasambhava le dió origen.



20110703

LA RENUNCIA Y EL ADIÓS



"Habiendo alcanzado así las cumbres del poder terrenal y del goce sensorial, el Nacido del Loto comprendió la naturaleza ilusoria e imperfecta de todas las cosas terrenales. Y recordando la Gran Renunciación del Señor Budha, anunció al Rey Padre su intención de abdicar del trono e ingresar en el sacerdocio. Ante la oposición del Rey, le dijo: "si no me permites abrazar la religión, moriré aquí ante tu misma presencia"; y se hirió en el acto el costado derecho con una daga, aparentemente con la intención de terminar con su vida. Temiendo que el príncipe Nacido del Loto cumpliera con su amenaza, el viejo Rey pensó: "es preferible permitirle ingresar en el sacerdocio que verlo morir". Ni las súplicas de los ministros de estado, ni los especiales ruegos del amigo íntimo del rey, "Luz Dorada", que había sido mandado a buscar a propósito desde Singala, ni los lamentos de las quinientas reinas apartaron al Nacido de Loto de su firme resolución. Por eso se le llamó desde entonces "el Irreductible Rey Dorje".
En medio de las lágrimas, las reinas dijeron al Nacido del Loto , cuando éste iba a marcharse de su lado: "Tú, Nuestro Señor, eres como los ojos bajo nuestra frente. Ni por un momento podemos apartarnos de ti. ¿Nos abandonarás como si fuéramos cadáveres en un cementerio? Invítanos a ir adonde quiera que vayas; de lo contrario, pareceremos perras sin dueño. ¿No te apiadas de nosotras?.


El Nacido del Loto replicó: "Esta vida terrenal es transitoria, y la separación, inevitable. Igual que en un mercado, los seres humanos se juntan y luego se separan. ¿Por qué, pues, afligirse por la separación?. Esta es la Rueda del Mundo; renunciemos a ella y fijemos nuestros pensamientos en el logro de la Liberación. Estoy decidido a seguir la carrera religiosa; y prepararé el camino para vuestra propia salvación, de modo que podáis reuniros conmigo más adelante. Por el momento, permaneced aquí". A partir de entonces, porque al irse prometió regresar a ellas cuando hubiera alcanzado la Verdad, lo llamaron "el Rey que recuerda a la gente". (Epítome de la vida y doctrinas del Gran Gurú Tibetano, según la biografía de su principal discipula, la dama tibetana Yeshe Tsogyal, encarnación de Sarasvati, diosa de la erudición", en "EL LIBRO TIBETANO DE LA GRAN LIBERACIÓN", edición de Evans-Wentz, Ed. Kier, Buenos Aires. 1998. Pág. 167)

FUENTE de la imagen: http://www.padmaloka.org.uk/resources/shop

20110702

TEMPLO DE SAMYE

Algunas imágenes de la planta baja del templo principal del recinto de Samye, el que fue edificado gracias a la intervención mágica de Padmasambhava luchando contra los obstáculos con que los demonios locales impedían su construcción noche tras noche. Así consiguió reconocimiento público y se facilitó la penetración de las enseñanzas budistas en el País de las Nieves. Conmueve la densidad del espacio y la presencia casi fantasmal de Gurú Rinpoché y otras imágenes de lamas y bodissatvas, medio escondidos en la penumbra. Parecen esperarnos acechando entre la nada -que se oculta en la oscuridad bajo mil formas.