20091019

-CALIGRAFÍA

En la cultura tibetana, la grafía con la que se representan los sonidos que articulan el habla tiene un valor más allá del de la mera transcripción fonética del lenguaje. Se considera que su función es también simbólica, y que convertir las sílabas en objeto de la práctica meditativa permite alcanzar ciertos efectos beneficiosos para la salud del cuerpo, el equilibrio de las emociones o la evolución espiritual. Son llaves energéticas que permiten acceder a dimensiones alternativas de nuestra propia experiencia. Así, hay sílabas que sirven para facilitar el acceso a los sueños si se las visualiza durante el tiempo inmediatamente anterior al descanso nocturno; otras sirven para purificar el corazón y abrirlo... En la imagen, vemos la representación en grafía tibetana del mantra del Gurú Rinpoché, y su pronunciación transcrita a la occidental. Su recitación continuada tiene como principal efecto remover los obstáculos que impiden avanzar en el camino hacia la realización.

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