20091006

-MORIR

Padmasambhava no murió, según los textos tibetanos, sino que se alejó del Tíbet una vez cumplida su tarea, y habiendo alcanzado la condición de "Vidhyadara de la larga vida", se dirigió hacia la tierra pura de Zangdopalri. Sin embargo, nos dejó uno de los textos visionarios de mayor impacto para la exploración del camino de ida entre la vida y la muerte, y de vuelta, entre la muerte y la vida. El "Bardo Thodol" ofrece descripciones vívidas de los estados intermedios que el alma recorre. Uno de ellos corresponde al encuentro con las divinidades, que son representadas en la tangka de la imagen. En el centro se encuentra el Budha furioso Heruka Chemchok con la cabeza cubierta por la corona de calaveras, abrazando a su consorte en color azul, y al que podemos apreciar con detalle abajo, a la izquierda. Y a su derecha un detalle ampliado en el que se identifica un diminuto Padmasambhava coronando la escena, por encima de la cabeza del Heruka y de los Budhas primordiales, en lo más alto de la representación. En cuatro círculos alrededor del Heruka, en el sentido de las agujas del reloj desde la posición que marcaría las ocho, se encuentran Vajrassatva en color azul; en amarillo, arriba a la izquierda, Ratnasambhava; y a la derecha arriba también, en rojo, Amitabha. Abajo a la derecha, en verde, Amoghasiddhi. El recorrido está poblado de infinidad de desafíos para la conciencia y conviene conocerlo, según nos cuenta el que no murió. Si no lo exploramos conscientemente antes de morir, hacerlo por primera vez durante el tránsito lo hará más difícil; por eso, la lectura del "Libro tibetano de los muertos" se hace recomendable. Hay que estar preparados.
























Fuente de las imágenes: http://www2.bremen.de/info/nepal/Gallery-2/Wrathful/5-37/WFBardo-13.htm

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