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Se trata de la primera consorte nepalí de Padmasambhava, y se encontraron en Sankhu, al noreste del valle de Katmandú. Se trata de un antiguo lugar de peregrinaje, donde se solía descansar en la ruta entre Tíbet y la India; también era conocido por la habilidad de sus artesanos en bronce. En la actualidad, su supuesto sepulcro es el templo de Ugratara, en donde se la representa portando una espada bajo la denominación de Khadga Yogini.
Las leyendas de Belmo, su lugar de nacimiento, sostienen que se trata de la hija póstuma de una divinidad local, fallecida en el momento del parto. En el proceso de cremación, la hija sobrevivió siendo criada por un grupo de monos. Padmasambhava la encontró más tarde, y al ver que los dedos de sus pies y sus manos estaban unidos por membranas que le daban aspecto de palmípedo, la reconoció como un ser iluminado. La llevó consigo hasta Pharping, en donde le ofreció enseñanzas e iniciaciones. Años después, Yeshe Tsogyal visitó Yanglesho, y allí Sakya Devi continuaba aún con su práctica yóguica. Para muchos tibetanos, Raj-Kumari, la llamada "Diosa viviente de Katmandú", es una emanación de Sakya Devi.
Otras versiones sostienen que sus padres eran tejedores, y le dieron al nacer el nombre de Khandro, o Dakini. Al morir la madre, su padre la abandonó. Sin embargo, Mandarava, la consorte hindú de Padmasambhava, bajo su forma de tigresa, la amamantó manteniéndola con vida. Al crecer, se familiarizó con el trabajo de sus padres como hilandera y tejedora de algodón, hasta la segunda visita de Yeshe Tsogyal al Nepal. Con catorce años, Yeshe Tsogyal le dió el nombre de Kalasiddhi y la llevó consigo hacia el Tíbet, hasta el monasterio de Samye. Padmasambhava practicaba en retiro cerca de allí, en la zona de Chimphu, donde se estableció como su consorte para el progreso del tantra en el Tíbet. Al partir Padmasambhava, Kalasiddhi quedó bajo los cuidados de Yeshe Tsogyal, recibiendo nuevas enseñanzas e iniciaciones.
Fuente: http://www.khandro.net/GuruR_appendix.htm
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