20100513

-EL CIELO A DOS

Alzándose hacia el cielo a dos,
se enciende en paz
más firme la ocasión.
Mirando adentro, el resplandor
surge seguro:
en cada poro de la piel
se invierte el tiempo y el dolor,
doliendo más, se hace más puro
y como el sol
-oculto tras las nubes no es peor-
así se sabe con certeza que es mejor
dejar que cada cual viva lo suyo.
Intenso, sordo, oscuro,
sediento de otro cuerpo,
el cuerpo es templo siempre en el amor.

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