Coincidiendo con la luna llena y el solsticio de invierno, se produjo ayer en el cielo un eclipse de Luna, lo que le añade al momento un punto de inquietud y de misterio: murió del todo para nacer de nuevo, con nueva luz. En la ceremonia mensual se quiso descubrir ayer lo importante que resulta sintonizarse con la comunidad que en ella participa: repetir las mismas palabras que se mantienen idénticas siglo tras siglo -sagradas por eso-, permite apreciar que estamos unidos más allá de nuestra ilusión de separación personal. Los pasos bajo la lluvia de unos y otros convergen, las voces se funden y la recitación se acompasa. Lo decide nuestra disposición a entregar la voz escuchando la que es de todos, hasta que llegado el momento ya no sabemos si oimos o decimos. Las disonancias se reducen y al poco rato, la incierta cacofonía resulta armónica.
20101222
-ECLIPSE DE LUNA
Coincidiendo con la luna llena y el solsticio de invierno, se produjo ayer en el cielo un eclipse de Luna, lo que le añade al momento un punto de inquietud y de misterio: murió del todo para nacer de nuevo, con nueva luz. En la ceremonia mensual se quiso descubrir ayer lo importante que resulta sintonizarse con la comunidad que en ella participa: repetir las mismas palabras que se mantienen idénticas siglo tras siglo -sagradas por eso-, permite apreciar que estamos unidos más allá de nuestra ilusión de separación personal. Los pasos bajo la lluvia de unos y otros convergen, las voces se funden y la recitación se acompasa. Lo decide nuestra disposición a entregar la voz escuchando la que es de todos, hasta que llegado el momento ya no sabemos si oimos o decimos. Las disonancias se reducen y al poco rato, la incierta cacofonía resulta armónica.
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