20101001

-REFUGIO EN LA MEMORIA

.............................................. Con T.C.L. en la memoria, deseándole conciencia clara y concentración para el tiempo que explora ahora.

De nuevo aquí, después de despedir a quien ya ha partido, podemos retomar el recorrido del estado intermedio, aunque sea de modo fragmentario y al hilo de nuestras posibilidades siempre limitadas. Y antes que cualquier otra cosa, resulta necesario invocar la protección que dé refugio ante los terrores que aparecerán durante el trayecto, por las dificultades y sorpresas que la experiencia traerá consigo. Si bien el viaje puede haberse realizado en innumerables ocasiones, la fragilidad de la memoria encarnada limita su recuerdo, y siempre es necesario reforzar las actitudes y tendencias que permitirán atravesarlo con buen criterio. Disciplinar la memoria es protegerse del miedo a lo desconocido; por eso, entrenarse para recordar esta plegaria es un modo de refugiarse de todos los terrores del estado intermedio. Su texto, en la edición citada en las anteriores entradas del "Bardo Thodol" dice lo siguiente:

"¡Oh, cuando se agote el impulso de mi vida, y los seres queridos no puedan ayudarme más allá de este mundo y deba vagar solo en el estado intermedio, que los Budhas pacíficos e iracundos ejerzan la fuerza de su compasión y aclaren el denso humo de la oscuridad de la ignorancia!


Ahora que vago solo, apartado de mis seres queridos, y todas mis visiones no son sino imágenes vacías, que los Budhas ejerzan la fuerza de su compasión y detengan los terrores del intermedio provocados por el miedo y el odio!
.
¡Cuando las cinco luces de resplandeciente sabiduría aparezcan, que desprovisto de miedo y con valentía pueda reconocerlas como yo mismo! ¡Cuando las formas de las deidades apacibles y furiosas se alcen, que desprovisto de miedo y audaz pueda reconocer el estado intermedio!

¡Ahora que sufro por el poder de la evolución negativa, que las Deidades arquetípicas disipen ese sufrimiento!¡Cuando la realidad retumbe con mil truenos, que todos se transformen en OM MANI PADME HUM!

¡Cuando me siento arrastrado por la evolución sin recurso, que las deidades apacibles y furiosas disipen mi sufrimiento! ¡Cuando sufro debido a los instintos evolutivos, que el bienaventurado samadhi de la clara luz aparezca sobre mí!

¡Cuando nazca por aparición en la existencia intermedia, que las dañinas profecías de perversos demonios no se hagan realidad! ¡Cuando llegue donde sea por el poder del pensamiento, que los miedos creados por la evolución negativa no se sucedan!

¡Cuando salvajes bestias de presa emitan sus feroces rugidos, que se conviertan en el sonido del Dharma, OM MANI PADME HUM! ¡Cuando soy arrastrado por nieve, lluvia, viento y osucridad, que encuentre la divina visión de brillante sabiduría!

¡Que todos los seres del mismo orden en el estado intermedio eviten toda rivalidad y encuentren el renacimiento en los estados elevados! ¡Cuando estoy hambriento y sediento de intensas adicciones, que no sufra hambre, sed, calor y frío reales!

¡Cuando contemple la copulación de mi padre y mi madre en la siguiente vida, que los vea como al Señor de la Compasión Padre/Madre! ¡Conscientemente libre para escoger mi nacimiento, en nombre de los demás, que obtenga el mejor cuerpo adornado con las señales y marcas!
¡Habiendo obtenido para mí mismo el mejor cuerpo vivo, que todos los que me vean u oigan sean rápidamente rescatados! ¡Sin seguir ninguna evolución negativa, que siga y desarrolle todos mis méritos existentes!
¡Dondequiera que nazca en cada vida venidera, que vuelva a encontrar mi Deidad Arquetípica de esta vida! ¡Que hablando y entendiendo desde el momento de mi nacimiento, pueda tener la capacidad de recordar mis vidas anteriores!

¡Tenga conocimiento grande y pequeño, normal y variado, que pueda comprenderlo sólo con oírlo o con verlo! ¡Que la buena suerte prevalezca en la tierra donde nazca, y que todos los seres estén dotados de felicidad!
¡Vosotros, Victoriosos pacíficos e iracundos, igual que vuestros cuerpos, vuestros séquitos, tiempo de vida y vuestros puros mundos, y vuestras superiores señales auspiciosas de grandeza, que yo y todos los demás lleguemos a ser como vosotros!

¡Por la vasta compasión de los Omnibondadosos pacíficos e iracundos, por el poder de la verdad de la perfecta realidad, y por las bendiciones de los expertos tántricos resueltos a triunfar, que pueda alcanzar aquello por lo que he recitado esta plegaria"


Estas son las palabras con las que el texto revelado y ocultado por Padmasambhava nos aconseja reforzar la protección que la mente puede ofrecer: limita y disipa los miedos ante lo que el estado intermedio será en la muerte. Memorizarlas es darle fuerza al refugio de nuestra conciencia, consolidar la isla de luz en las tinieblas sin fin, edificar un punto de claridad sobre cimientos más firmes. Se hace muy sugerente poner atención en la importancia que se atribuye en el texto a la memoria, en esta época nuestra en la que los recuerdos han sido externalizados de la conciencia y el olvido se extiende como una epidemia de novedades continuas. Esas líneas hay que recordarlas siempre, una a una, tal y como fueron dichas y ocultadas, para reaparecer de nuevo siempre así.

No hay comentarios: