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Un toque de atención lo trae el tiempo; las palabras de Padmasambhava en "La Leyenda de la Gran Stupa" (Ed. La LLave. Vitoria, 2002), al referirse a los augurios del Kaliyuga, vuelven a veces. En esa época sombría, la Gran Stupa -símbolo material del cuerpo indestructible de todos los Budhas- puede ser dañada y parecer efímera, como un episodio más del caos en que se verá envuelto el mundo. Las palabras del capítulo cuarto son terribles, como parece también terrible en ocasiones nuestro tiempo. "
Los grandes monasterios del país serán abandonados, y el gruñido de los chamanes Bön romperá el silencio de las ermitas. Los dirigentes más sabios y humildes de los monasterios morirán envenenados, se romperá la transmisión oral de la enseñanza y las prácticas se perderán o fragmentarán. Los regentes de los distintos linajes meditativos fallecerán repentinamente. Los impostores y los mentirosos estafarán a los devotos, el aullido del chacal asolará la tierra y las huestes de Mara recorrerán el Tíbet. El nudo del hilo de seda que sujeta a las fuerzas demoníacas será desatado y cortado el cordón de la fe que mantiene el equilibrio de la mente humana. Los mandatos del rey serán desoídos y se desintegrará la cohesión social. Las tradiciones de los pueblos serán repudiadas y se secará la fuente de la felicidad. La moralidad personal caerá en el olvido, el manto de la modestia será objeto de desprecio mientras que la virtud derrotada estará a merced de gobernantes toscos, engreídos y cobardes. Los abades, los maestros y los instructores se convertirán en soldadesca mientras que los ignorantes guiarán a los aspirantes religiosos, les explicarán la doctrina y concederán las iniciaciones. Los discípulos utilizarán palabras injustas y abusivas para justificarse a sí mismos, mientras que los carniceros y los elefantes enloquecidos servirán de ejemplo a los humanos. Pasos de montaña, valles y caminos se verán asolados por bandidos insolentes. Presas del temor y faltas de tod
a ley y gobierno, las personas lucharán entre sí y cada cual actuará únicamente en su propio beneficio y, de ese modo, el Tíbet se convertirá en un país corrupto e impuro. Tales son las condiciones que prevalecerán durante el período de Kaliyuga, y los augurios que anunciarán la destrucción de la Gran Stupa." Afortunadamente, la historia de la Gran Stupa no acaba ahí; ni tampoco nuestro tiempo.
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