20101119

-UNIRSE EN LA DEIDAD

"No estar separada de la deidad durante los cuatro aspectos de la actividad diaria, caminar, moverse, estar acostado o sentado, ese es el camino de la persona de capacidad mental superior. Es extremadamente difícil y es el dominio de alguien que posee residuos kármicos de anteriores adiestramientos" (Padmasambhava a Yeshe Tsogyal, en "Enseñanzas a la dakini", edición citada en anteriores entradas, pág. 175). A primera vista puede parecer que dirigirse a esas supuestas personas de "capacidad mental superior" tuviera que servir para hacerlas un poco más presuntuosas que al no hacerlo; sin embargo, el marco cultural y el sistema de creencias de la civilización tibetana salen al rescate ante ese riesgo: quien presente esa capacidad mental superior no lo hace por un mérito propio del que pueda envanecerse, sino más bien como un efecto indirecto, involuntario, y a menudo inconsciente, de anteriores encarnaciones en las que sí supo adiestrarse para alcanzar tal mérito. Por lo tanto, no se trata tanto de un rasgo personal al que adherirse para exaltar el ego, sino más bien de una responsabilidad ante sí mismo que debe conducir a un mayor desapego. La creencia en la reencarnación tiene entre otros ese efecto en la vida humana: somos también una consecuencia de lo que hemos sido, y la perspectiva acerca del presente gana en amplitud, y limita de la importancia personal su sentimiento. Vivir en la deidad no es más (ni menos) que haber vivido en ella durante mucho tiempo, antes incluso de este tiempo.

2 comentarios:

juanra dijo...

Muy buena exposición, has clavao la explicación, un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Igualmente,