20110710

DÍA DE GURÚ RINPOCHÉ

Gurú Rinpoché, Padmasambhava -cuyo día se celebra hoy, el décimo después de la luna nueva de cada mes- instituyó la transmisión de sus enseñanzas por varias vías; una de ellas, la de las enseñanzas secretas, las quiere ocultas durante siglos, acabando por manifestarse en el momento correcto en la mente de los discípulos adecuados, atravesando el tiempo. A veces un relato concreto de cómo eso sucede puede resultar muy clarificador. Un ejemplo, entonces, tomado de "Las enseñanzas secretas del Tíbet", de Tulku Thondup Rinpoché (en Editorial Dipankara, Sabadell, 2010, pág. 128): "Kunkhyen Ligme Lingpa se encontraba haciendo un retiro de tres años en el Monasterio de Palri. Durante la noche del vigésimo quinto día del décimo mes del año del Buey de Fuego (1757), experimentó un estado de meditación luminoso en el que se vio volando por el cielo, cabalgando un león y llegando al camino que circunvalaba la stupa de Jarung Khasor, en Nepal. Allí las dakinis de sabiduría del cuerpo absoluto le entregaron una arqueta de sabiduría en cuyo interior descubrió cinco rollos de papel amarillos y siete cuentas de cristal. Abrió dos de los rollos de papel. El primero contenía la escritura simbólica de Avalokiteshvara en escritura tibetana. El segundo, la guía profética, el Nechang thugky drombu. Al ingerir todos los rollos de papel y todas las cuentas de cristal, todas las palabras y el significado de la terma, que estaban ocultos en él, despertaron en su mente tal y como habían aparecido impresos. Jigme Lingpa mantuvo este descubrimiento en secreto durante unos años. En el año del Conejo de Tierra (1759) empezó otro retiro de tres años en Chimphu, cerca del Monasterio de Samye. Durante el retiro, al recibir la inspiración, en tres ocasiones y en visiones puras, de Longchen Rabjam (1308-1363) y al ver que las dakinis le animaban por medio de repetidas solicitudes, decidió transcribir su terma como el ciclo de Longchen ñingtig. En el décimo día del sexto mes (el mes del mono) del año del Mono de Madera (1764) hizo pública su terma y confirió la transmisión de la iniciación y de las instrucciones a quince discípulos." Esas cosas suceden y -a través suyo- la tradición tibetana ha ido organizando sus prácticas devocionales y madurando su filosofía. Gurú Rinpoché lo quiso de ese modo: revelaciones contenidas, guardadas en silencio, que con completa claridad en su momento emergen, germinan y florecen. Una flor para él en su día.


2 comentarios:

juanra dijo...

Desde que avisó de que habían publicado el libro, hace ya casi un año, aun no me he podido adquirirlo.

Siempre se agradece poder leer los fragmentos que vas poniendo.

Fuerte abrazo.

juanra dijo...

Aclaración.., por ir demasiado deprisa..

"aun no he podido adquirirlo."
"aun no me lo he podido comprar."

;)