"Ver al maestro no como un ser humano sino como al Budha en persona es fuente de las más elevadas bendiciones. Pues, como dice Padmasambhava: "La devoción completa trae bendición completa; la ausencia de dudas trae éxito completo." Los tibetanos saben que si te relacionas con tu maestro como con un Budha, recibirás la bendición de un Budha, pero si te relacionas con tu maestro como con un ser humano, sólo recibirás la bendición de un ser humano. Así, para recibir todo el poder transformador de la bendición de su enseñanza, con todo el despliegue de su gloria, debes tratar de desplegar en ti mismo la devoción más rica posible. Sólo cuando llegas a ver a tu maestro como a un Budha te llegará una enseñanzas como la de un Budha desde la mente de sabiduría de tu maestro. Si no puedes reconocer a tu maestro como a un Budha, sino que lo ves como a un ser humano, no puede darse la bendición plena, e incluso la enseñanza más grande te dejará en un espacio poco receptivo."
SOGYAL RIMPOCHÉ (2006): El libro tibetano de la vida y la muerte, pág.188.. Ed. Urano, Barcelona.
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Dicho con otras palabras, no muy alejadas del sentido de ésas: cabe responsabilizarse del sentido y la función de los vínculos que establecemos unos con otros. No son tanto función de la realidad de los otros y de sus cualidades o méritos simplemente, sino ante todo del estado íntimo desde el que establecemos la relación con ellos. Si conseguimos verlos como Budhas, serán nuestros maestros. Visto así, cabría considerar que no hay mayor maestro que a

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